Biomonitoras:

aliadas para la conservación de la biodiversidad

Son casi las dos de la tarde y la temperatura se eleva sobre los treinta grados centígrados en la Ecoreserva ASA-La Guarupaya, ubicada en el departamento del Meta. El calor ralentiza la mayoría de actividades, pero no la de Ana y ocho estudiantes, que recorren esta reserva documentando su biodiversidad. Como “biomonitora”, Ana tiene la misión de ayudar a comprender la fauna y flora local de una de varias Áreas de Conservación Empresarial. Su labor hace parte de una estrategia diseñada para que el sector empresarial se transforme en un actor clave en la conservación de la biodiversidad y la mitigación y adaptación al cambio climático, y contribuya a la diversificación socioeconómica de las regiones, manteniendo un balance entre la funcionalidad de las actividades industriales y la gestión sostenible de la biodiversidad.

“Es algo que nunca había visto aquí en nuestro campo, nunca [...]. Siempre hemos tenido mucha influencia sobre el área, pero jamás habíamos tenido esa participación. Eso es un punto que ya hace diferente todo”.
Ana Matilde Cortez
vereda Patio Bonito

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Taller de socialización de resultados del programa de biomonitores con estudiantes y mujeres de la comunidad adelaña a la Ecoreserva ASA-Guarupaya.

ASA-La Guarupaya hace parte de un plan piloto en el que Ecopetrol destinó seis predios para crear Áreas de Conservación Empresarial (o Ecoreservas), espacios dedicados de manera parcial o total a la conservación de la biodiversidad y la oferta de servicios ecosistémicos. Esta Ecoreserva tiene un área de 286 ha y contiene ecosistemas representativos de la Orinoquia colombiana como bosques de galería y sabanas, donde se registraron 537 especies: 153 aves, 112 insectos, 74 peces, 19 reptiles, 16 mamíferos, 15 anfibios y 148 plantas vasculares.

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Visita de las biomonitoras y comunidad aledaña a la Ecoreserva ASA-Guarupaya al claustro del Instituto Humboldt en Villa de Leiva para conocer las colecciones biológicas y aprender sobre los procesos de sistematización de alistamiento especímenes.

Erika, otra de las mujeres que, como Ana, ha recorrido esta Ecoreserva soportando los rigores del clima llanero, expresó su satisfacción por hacer parte del programa y lo que este ha representado en su vida. Tuvo la posibilidad de estudiar para convertirse en biomonitora y ahora comparte sus conocimientos como si se tratara de una investigadora más.

“La forma en la que puedo aportar al programa y a mi vereda es apoyando a los estudiantes y al grupo de mujeres, para saber qué especies se encuentran en la Ecoreserva”.
Erika Estrada
vereda Patio Bonito

La participación de la comunidad fue uno de los aspectos más importantes de la estrategia de Ecoreservas, ya que permitió a los habitantes de esta región vincularse a un proceso estructurado de conservación, sin perder contacto con espacios de gran significancia en sus vidas: las tierras, los bosques y las llanuras que los vieron crecer. Además, se espera que con esta labor los actores del territorio puedan tomar decisiones informadas y hacer uso de los datos que se registran a diario para promover la gestión adecuada de la biodiversidad y transformaciones económicamente sostenibles.