Juan Sebastián es un joven de diecinueve años que busca proteger el páramo de Santurbán y mostrar al mundo su belleza desde el turismo y las iniciativas comunitarias, una estrategia que le ha permitido a muchos habitantes del páramo encontrar sustento y despertar interés por este ecosistema estratégico.
“El páramo significa vida y es nuestro oro. Todo viene a través del agua y nuestra productividad depende de ese ecosistema. Nuestra comunidad se ha encargado de preservar y cuidar este ecosistema, desde muy pequeño. Soy un breve ejemplo de eso, porque no tenemos un título ambiental constituido, sino que se nace cuidando y protegiendo el páramo”.
El páramo, como menciona Juan Sebastián, es un lugar lleno de vida, habitado por especies con adaptaciones únicas para soportar el frío y retener el agua, pero también por pueblos indígenas y campesinos, cuyas costumbres y conocimientos se han consolidado alrededor de la interacción con el territorio. Esta riqueza cultural es fundamental para lograr una gestión integral de los páramos, y es por ello que el Instituto Humboldt diseñó la Agenda de Páramos y Alta Montaña, una estrategia con múltiples frentes de acción que involucran a la comunidad: gobernanza, transformación positiva de los conflictos socioambientales, monitoreo participativo de la biodiversidad, apoyo a la formulación de planes de manejo o planes de vida, restauración, conservación, transición a sistemas productivos sostenibles, fortalecimiento de capacidades, participación con enfoque diferencial, salvaguardas sociales y ambientales y comunicación.
“Para nosotros como comunidades indígenas el páramo es importante porque es generador de vida y es un sitio sagrado y espiritual que venimos trayendo desde nuestros ancestros”.
Con esta agenda se identificaron iniciativas de conservación en los 16 complejos de páramo del país y se establecieron planes de trabajo en distintas áreas priorizadas. Estos avances, sin embargo, no habrían sido posibles sin actores del territorio como Yuri Coral, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda San Roque Bajo del complejo de páramos Chiles-Cumbal, quien destaca la importancia de rescatar los árboles y las plantas nativas de este ecosistema. Y es justo allí donde está el éxito de la gestión integral del páramo: en su enfoque territorial, en el reconocimiento de las iniciativas comunitarias de conservación y en la capacidad de tender puentes que, mediante el diálogo y el trabajo conjunto, garanticen el bienestar comunitario y el de la naturaleza.