Zona de prensa:
Viviana Andrea Castañeda Lazo- Transmitir lo que aprende es su prioridad.


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Las 127 hectáreas de la Ecoreserva La Tribuna se ubican en los relictos del bosque seco tropical huilense y están dedicadas a la conservación e investigación de la biodiversidad. Este laboratorio natural recibe el cobijo de San Francisco, Peñas Blancas y Tamarindo, veredas donde algunos de sus habitantes participan del programa Biomonitores, una iniciativa pionera en Colombia liderada por el Instituto Humboldt, cuyo objetivo es formar a no expertos en el manejo y aplicación de herramientas para la caracterización y monitoreo de comunidades de plantas e insectos con el fin de mejorar la información científica disponible sobre flora y fauna. Hoy traemos otro relato para la serie periodística con las historias de vida de nuestros Biomonitores.

Nacer y crecer en lo rural la inspira cada día y la indujo a estudiar ingeniería ambiental “la gran cantidad de enfermedades vienen del medio ambiente, y me hice esa pregunta y ahí decidí quedarme con la ingeniería. Sobre la relación y uso de la biodiversidad en la vida cotidiana: al ser del campo tenemos el conocimiento que nos transmiten para tratar por ejemplo enfermedades con las plantas; el árbol del cholupo para curar hernias. Hay que creer en la ciencia médica y biológica”.

Quiere ser el ejemplo de su pequeña hija de 18 meses “ser niño y criarse en una vereda es lo máximo; es la libertad, respirar aire puro, crecer en una finca donde fui muy feliz, porque corría libre, me subía a un árbol; creo que si puedo darle esa oportunidad a mi hija de que crezca aquí, lo haré. Si todos los niños del mundo pudieran tener esta experiencia, sería fantástico. Estás lejos de la tecnología, respetas la naturaleza, valoras”

Sobre el Programa de Apoyos a la Investigación dice “ es algo que nunca se había visto en esta zona. Siempre hemos tenido mucha influencia sobre el área pero nunca este tipo de participación. Eso hace diferente todo; que te tomen en cuenta que decidan incluirte eso hace la diferencia. La importancia de la participación, radica en la posibilidad de conocer lo que se tiene, valorarlo y así cuidar y mantenerlo para las generaciones futuras. Cuidar y preservar es muy importante, y para eso necesitamos conocimiento. Que el IAvH esté aquí es una oportunidad para que otros conozcan esta ecoreserva, la riqueza que se tiene cerca y se desconoce; que otras entidades y protocolos se interesen y amplíen su campo de acción y eso favorezca a futuro a otras generaciones”.