Por definición, el desarrollo sostenible es un espacio de encuentro entre lo social, lo económico y lo ambiental. Hoy, el desafío de construir un equilibrio entre ellos atraviesa por una coyuntura crítica. La ciencia y la evidencia vienen mostrando que la viabilidad del sistema humano y la calidad de vida están en un riesgo mayor, más aún cuando el planeta ha sobrepasado los umbrales de seguridad climática y colapso de la biodiversidad.
¿Qué se tiene que hacer? Para empezar, es urgente plantear conservaciones entre visiones opuestas que deberían avanzar hacia la complementariedad. Tal como lo plantea la más reciente publicación realizada en el marco del convenio Fibras entre el Instituto Humboldt y Ecopetrol, Biodiversidad y petróleo, retos para transformar el futuro.
“Debemos movernos de los extremos y empezar a identificar puntos de encuentro posibles y necesarios. Esta publicación es un esfuerzo por brindar nuevas perspectivas para renovar, en medio de la crisis, el discurso de sostenibilidad cuyo énfasis incluya nuevas relaciones ambientales y sociales desde el sector de los hidrocarburos”, así lo plantea Germán Andrade, coautor de la publicación.
Estas perspectivas responden a retos como la transición que se impone a la descarbonización de la economía, de los nuevos retos de la gestión de la biodiversidad y en general, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el horizonte 2030. De acuerdo con la publicación, hemos superado varios de los umbrales de seguridad planetaria que nos está llevando a la inseguridad ambiental global. En palabras de Diana Nicol Garzón, coautora de la publicación, el ser humano ya estaría en el espacio de inseguridad planetaria para la pérdida de integridad de la biodiversidad y el flujo de nitrógeno, sin el cual no sería posible la vida.
“Los hidrocarburos tienen una relación directa con varios de los umbrales planetarios. El más evidente es el cambio climático, que genera un dilema de gran complejidad, pues los hidrocarburos están en la base del sistema energético mundial, que no es solo económico sino cultural y geopolítico. De ahí la importancia de que el sector asuma su compromiso con la transición que no solo sea energética sino económica y productiva”, señaló la coautora.
De acuerdo con la publicación, la transición del país hacia la sostenibilidad desde este sector implica cambios en el modelo de desarrollo y los ingresos del Estado, la necesaria reparación de la huella ecológica heredada y la inclusión social.
“El reto está en encontrar elementos que permitan afianzar un acercamiento entre los dos actores porque las ciencias y saberes de la sostenibilidad, ligados con los procesos de cambio ambiental local y global, tales como la gestión de la biodiversidad, la gestión ecológica del territorio, la economía ecológica y circular, y la ecología política, entre otras, vienen desarrollando aproximaciones que aportarían a un cambio transformativo, que por ahora solo de forma limitada aporta a la necesaria transición”, destaca la públicación.
En conclusión, lo cierto es que está en juego no es solo la sostenibilidad como un estado de equilibrio sino la necesidad de acordar y agenciar un cambio de trayectoria. Una de las grandes preguntas a debatir es ¿Cómo construir un discurso responsable de transición hacia la sostenibilidad desde el sector hidrocarburos, que sin desconocer los impactos permita una nueva alianza del ser humano con la naturaleza en una perspectiva del bienestar humano?
Biólogo y Magister en Estudios Ambientales (Yale). Profesor de la Universidad de los Andes e investigador del Centro de Objetivos de Desarrollo Sostenible (CODS). Profesor visitante en ESAN (Lima), Yale (EE. UU.) y Roskilde (Dinamarca). Miembro del Panel Multidisciplinario de Expertos de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos MEP-IPBES. Actualmente, es director del Laboratorio de Sostenibilidad Territorial. Universidad EAN.
Administradora de Empresas de la Universidad Externado de Colombia y del Group Sup de Co de Montpellier, Magister en Gerencia Ambiental de la Universidad de los Andes. Más de once años de experiencia en la dirección y coordinación de proyectos ambientales, así como en la difusión de conocimientos y asistencia académica en la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes.
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