El Programa Apoyos a la Investigación (PAI) seleccionó a los últimos 7 estudiantes de pregrado y maestría, quienes acompañarán las actividades de caracterización y monitoreo de distintos grupos biológicos de la Ecoreserva La Tribuna, en Neiva (Huila) para los meses restantes del proyecto.
Con esta segunda cohorte, el grupo de estudiantes investigadores del Programa de Apoyos a la Investigación alcanza la meta de 18 futuros profesionales en ciencias de la vida, que integran a sus procesos educativos información necesaria para intentar suplir los vacíos de conocimiento sobre la diversidad genética nacional.
En temas de representatividad, la investigadora mencionó principalmente a las universidades Nacional sedes Bogotá y Medellín; Central y de Caldas; de Antioquia y Tolima; y, por primera vez, de la Amazonía cuyo estudiante fue seleccionado entre el grupo de estudiantes investigadores de la segunda cohorte.
Los seis cupos restantes, que cumplieron con los términos y condiciones de la convocatoria, fueron otorgados así: “uno para la Universidad Nacional Bogotá y dos para la sede Medellín; dos para la Distrital y uno para la de Caldas”, confirmó Nathalie Baena.
Los estudiantes de la primera cohorte trabajan, actualmente, en caracterización y monitoreo en las líneas trampas Malaise, cucarrones, moscas, avispas y abejas, chinches, mariposas, macroinvertebrados acuáticos, hormigas, plantas, hongos y metabarcoding de aves y mamíferos, a través de toma de datos y análisis bioinformático. En esta segunda cohorte, el enfoque estará solo en insectos, trampas Malaise, chinches, abejas, avispas, moscas, cucarrones, mariposas, hormigas y macroinvertebrados acuáticos.
Los estudiantes universitarios dispondrán de doce meses para tomar muestras en campo, analizarlas, y escribir e incorporar los resultados obtenidos en sus proyectos de investigación de pregrado y maestría, requisito indispensable de las instituciones de educación superior del país para otorgar títulos académicos de pregrado y maestría.
Lo que viene a corto plazo será un empalme, en la última semana de octubre y las dos primeras de noviembre, entre la cohorte 2 con su antecesora y el grupo de nueve biomonitores. Para ello, se realizarán actividades de campo y un taller de genética que los aproxime a algunas de las técnicas de códigos de barras, como extracción de ADN, amplificación, Bioinformática, entre otras.