La Región Amazónica comprende el 44% de la superficie de América del Sur y en ella se encuentra la selva tropical contigua más grande del mundo. Es la fuente más importante de agua dulce de todo el continente americano, y es uno de los escenarios de la diversidad biológica más importantes, proporcionando múltiples beneficios a las personas. La Región Amazónica cuenta con una población de alrededor de 40 millones de habitantes y es el hogar de más de 420 pueblos indígenas, presentando una rica diversidad biológica y cultural.

Este lugar del mundo, considerado estratégico para la supervivencia de la vida en la Tierra, enfrenta graves retos globales incluyendo el cambio climático y la pérdida de la diversidad biológica.

La Evaluación Rápida de la Diversidad Biológica y los Servicios Ecosistémicos de la Región Amazónica es un estudio técnico que adelanta un grupo de expertos de la Región sobre el estado de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, sus motores de pérdida y oportunidades para el buen vivir y el desarrollo sostenible de la población de los países amazónicos. Su finalidad es proporcionar información científica y técnica a los tomadores de decisiones para revertir la pérdida de biodiversidad y servicios ecosistémicos y convertir dicha riqueza en un potencial para el desarrollo sostenible de la Región.

La evaluación es coordinada por la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica- OTCA, con el apoyo técnico y científico del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt y el apoyo financiero de la GIZ.

Este estudio tendrá un enfoque integral y abarcará varias perspectivas, incluyendo la biofísica, económica y cultural y estará orientada a apoyar la implementación de los objetivos del Convenio sobre la Diversidad Biológica y otros procesos socio-ambientales liderados por organismos de las Naciones Unidas, tales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, o el Programa Mundial de Alimentos. La evaluación también tendrá en cuenta los conocimientos, roles y la participación de los pueblos indígenas y comunidades locales en la gestión de la diversidad biológica y los servicios ecosistémicos, y analizará el papel de las instituciones en el acceso, control, asignación, distribución de los componentes de la naturaleza y sus contribuciones a las personas. Así mismo, se basará y tomará en cuenta estudios realizados con anterioridad y en progreso, tanto de carácter gubernamental, de institutos de investigación, redes de cooperación técnica regional, organizaciones no gubernamentales y la academia.

La Evaluación empezó su desarrollo en 2021 y se espera finalice en diciembre de 2022.