Situación y tendencias de la diversidad biológica en la región amazónica

Diversidad biológica y cultural:

Conservar la Amazonía implica reconocer su importancia estratégica por los servicios ecosistémicos y las Contribuciones de la Naturaleza a las Personas (NCP) a escala global, regional y local que presta, así como el papel que desempeñan los pueblos indígenas y las comunidades locales en su gestión y uso sostenible.

  • % de la superficie de Sudamérica tiene cobertura de bosque tropical. ¡Es el mayor bosque tropical continuo del mundo!
  • 25 mil km navegables son parte de la Cuenca hidrográfica amazónica Es la cuenca más extensa del planeta y aporta el % del flujo de agua dulce a los océanos
  • El agua que el río Amazonas vierte en el océano Atlántico influye en el ciclo de las mareas y en la zona del estuario de la cuenca, extendiéndose más de 400 km hacia el interior en la zona conocida como Amazonía Azul.
  • Mayor diversidad biológica dentro de un mismo bioma, caracterizada por el número de especies únicas, carismáticas y endémicas.
  • Alta y excepcional diversidad de macroorganismos, como plantas, aves, mamíferos, reptiles, peces, insectos y otros invertebrados.
  • Donde viven entre 420 hasta 511 pueblos indígenas ya identificados – entre los cuales al menos 82 pueblos que viven en aislamiento–, además de otras comunidades étnicas, quilombolas, ribereñas, afrodescendientes, campesinas y asentadas.
  • Tiene una población de más de 40 millones de personas, en su mayoría habitantes de centros urbanos importantes para sus economías nacionales.
  • Proporciona servicios ecosistémicos de importancia mundial, como la eliminación de contaminantes atmosféricos, la regulación del clima, el secuestro de carbono, hábitats para la fauna y la flora silvestres, entre otros.
  • Garantiza la seguridad alimentaria y la producción de medicamentos y otros productos derivados de la biodiversidad que forman parte sustancial de la cultura de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

Amenazas y transformación:

Modelos de desarrollo y de extractivismo no sostenibles han provocado un aumento sin precedentes de la pérdida de bosques, biodiversidad y servicios ecosistémicos, perjudicando a los pueblos indígenas y a la sociedad en general, así como la resiliencia de la Amazonía ante cambios futuros.

  • Deforestación y uso de la tierra: cambios en el uso de la tierra, principalmente para la expansión de las fronteras agrícolas, son hoy la principal amenaza para la Amazonía. Modelos muestran que la región podría cruzar un punto de inflexión si la deforestación supera el límite del 40% de la superficie boscosa original.
  • Extracción de madera: la Amazonía representa el 13% de la producción mundial de madera tropical aserrada, pero lamentablemente gran parte de esta extracción se lleva a cabo ilegalmente.
  • Monocultivos y ganadería extensiva: se calcula que el monocultivo de soja, especialmente para la alimentación animal, es responsable del 9% de toda la deforestación en la Amazonía.
  • Minería: además de contribuir a la deforestación, la actividad es responsable de la contaminación de ríos y manantiales y pone en peligro la supervivencia de las comunidades tradicionales de la región. El uso irresponsable del mercurio, por ejemplo, produce una bioacumulación en el organismo que puede superar en 30 veces el valor máximo establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
  • Sobreexplotación de animales silvestres: el constante tráfico de animales silvestres para los más diversos usos afecta a las comunidades locales que dependen y se benefician del uso de las especies silvestres como alimento, medicamento, energía, ingresos, entre otros usos. Además, la interacción entre animales silvestres y seres humanos es un problema de salud pública mundial, ya que casi dos tercios de las enfermedades infecciosas emergentes son zoonóticas –y de éstas, tres cuartas partes se originan de la vida silvestre.
  • Urbanización e infraestructura: marcada por la falta de planificación, es posible establecer una correlación entre el crecimiento de los centros urbanos y la pérdida y degradación de la biodiversidad y servicios ecosistémicos en la Amazonía. A eso hay que sumarle los proyectos de infraestructuras, como las presas hidroeléctricas y las carreteras, que acarrean grandes impactos socio-ecosistémicos.
  • Desigualdad social: si bien el crecimiento económico ha sido positivo en la región, los niveles de desigualdad social persisten en todos los países amazónicos.

Principales recomendaciones para la toma de decisiones:

Cambio climático

¾   de la Amazonía están perdiendo su capacidad de responder ante procesos locales y regionales (resilencia) como la deforestación, la contaminación y los incendios. Esto ha generado cambios en los patrones de lluvia afectando el ciclo del agua así como la disminución de la capacidad de almacenamiento de carbono de las plantas.

Conocimiento para la toma de decisiones

Los conocimientos y prácticas ancestrales son esenciales, su conservación y promoción permitirán desarrollar y planificar acciones holísticas, creativas y eficaces para la gestión, el uso sostenible y la conservación de la Amazonía y sus servicios/funciones ecosistémicas.

Visiones de desarrollo y ordenación territorial

Políticas públicas y procesos de ordenación territorial formulados como un nuevo enfoque a partir de modelos de desarrollo extractivista, en donde se promueven escenarios de ocupación y uso del suelo con impactos económicos positivos para algunos sectores, pero se ignora la megadiversidad social y biológica y se pone en riesgo la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Institucionalidad política y participación para la gobernanza

Acciones y soluciones coordinadas y de manera intersectorial por parte de los Gobiernos, para frenar la pérdida de la diversidad biológica y de las Contribuciones de la Naturaleza a las Personas (CNP). Compromiso que se debe adquirir a nivel global, regional, nacional y local y que es fundamental para construir un territorio amazónico resiliente, inclusivo y sostenible. Asimismo, es necesario que la cooperación internacional, el sector privado y la sociedad civil, implementen acciones que aporten a la gestión sustentable de la biodiversidad amazónica.

Instituto Humboldt